Con un poco de cuidado, habilidad y paciencia, en este campo hay sitio para toda la granja al completo, incluidos el niño, la niña y todos los animales. Ya sea siguiendo las indicaciones de las dichas o colocandolas libremente, este juego de apilar es ideal para trabajar la motricidad fina, la coordinación mano-ojo, la destreza y la paciencia a una edad temprana, al tiempo que se desarrolla el reconocimiento de animales, colores y formas, así como el lenguaje.