Durante el cuento nocturno o simplemente escuchándolo en la cuna, los ruidos blancos de la naturaleza arrullarán a los niños en el mundo de los sueños o les ayudarán a calmarse después de un ataque de lágrimas. Tus pequeños se dormirán plácidamente escuchando el sonido del arroyo, el viento, el bosque, el río y el bosque.
El ruido blanco se caracteriza por sonidos estables y monótonos con propiedades relajantes, especialmente favorecedores para conciliar el sueño.